El alma que hablar
puede con los ojos
también puede besar
con la mirada.
m
Algo se
muere en el alma
cuando un amigo se va.
Cuando un amigo se va
deja una huella
que no se puede borrar.
Ese vacío que deja
el amigo que se va
es como un pozo sin fondo
que no se vuelve a llenar.
A nosotros se nos fue Antonio G.M ,
Se nos fue
hace un año, el 20 de Septiembre.
Ese día tu
familia más cercana de forma privada, en silencio, te ofrecimos una misa.
Al día siguiente,
el 21 viernes, se te dijo la misa, a la que asistieron tanto tus familiares como
todos tus amigos.
Una misa
emotiva y preciosa, muy especial dedicada a ti de forma personal.
La
ceremonia se cerró con la bella canción “Cuando un amigo se va”
Al día siguiente, día 22 , nos desplazamos, unos en coche y otros en autobús, al pueblo que te vio nacer, Órgiva, para asistir al acto donde se descubriría la placa que lleva tu nombre.
Otro acto
precioso y emotivo.
Después de
descubrir la placa, todos asistimos a un almuerzo en tu memoria y se
brindó por ti.
Allí te
imaginé sonriéndonos.
No voy a
poner nombres porque la lista sería interminable pero vosotros sabéis a quienes me dirijo, muchas gracias a
todos por todo lo hecho en este año, en su memoria.
Por
vuestro trabajo, por vuestra dedicación, por vuestro cariño, por toda la
compañía y consuelo que nos habéis dado.
Muchísimas
gracias.
Y a ti
hermano, desde aquí te digo :
“ Ha pasado un año desde la última vez que te vi
pero me parece un segundo.
¡Te siento tan presente, tan vivo!.
La vida me
puso a la misma hora, el mismo día, en el mismo sitio,
Físicamente estaba sola pero nunca me he sentido tan acompañada. Vosotros estabais conmigo ayudándome a que todo se resolviera y así fue.
De algo
estoy segura, pasaran los años, uno tras otro pero mientras uno de nosotros
esté, nunca caerás en el olvido y cuando ya ninguno de nosotros esté, allí
seguirá tu placa, la calle a tu nombre….todo ésto hará que se te recuerde por
siempre.
Tú que te paseaste por la vida, sin hacer ruido, de forma discreta como tú eras, ¡Cuánta huella has dejado!
Querido hermano, descansa en paz, junto a nuestros padres.
Ésta es la última carta que te escribo entre lágrimas.
A partir de ahora, siempre que aparezcas en uno de mis relatos, lo escribiré sonriendo porque así debe ser."
|